miércoles, 1 de julio de 2009

Old Boy

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Oh Dae-su (Choi Min-sik), un hombre de negocios con una familia, una hija, todo un futuro por delante, es encerrado durante muchos años. Sin entender el motivo por el que alguien le quitó su libertad, se entrena a diario para cobrar venganza una vez liberado.

Un año antes de ser apresado, lo culpan de la muerte de su esposa, por lo que probablemente nadie lo extraña. Puede pasar durante años en una pequeña habitación en la que se pregunta a diario qué hizo para merecer tan duro castigo.

Un día es liberado, dentro de una maleta que es mostrada desde arriba, se ve a un pobre hombre vulnerable, puesto en un campo en el que no entiende nada de lo que le está pasando. Ahí comienza su venganza, y la búsqueda del verdadero motivo por el que perdió su libertad.

Movimientos de cámara muy rápidos, primeros planos, encuadres, tomas desde arriba, el director se dio el lujo de hacer una obra de arte con la cámara. El guión por su parte, tiene una serie de contradicciones que al final de la cinta se dilucida, concordando las filosofías de vida, los pensamientos, los deseos, las frustraciones.

En su primer día libre, tras pasar quince años encerrado, Oh Dae-su se encuentra con Mido (Kang Hye-jeong), una chef que se enamora de Oh y que lo acompañará en la búsqueda de su hija perdida, y lo principal, de los responsables de haberle quitado tantos años de su vida.

Mientras está en el restorant, recibe un llamado a su celular, una voz le indica qué cosas tiene que hacer para comprender el misterio de su claustro. La misma voz que lo llamará a lo largo de la película y hará que Oh se enfrente a supuestos enemigos.

La voz seguirá jugando con Oh después de ser liberado, lo hace enfurecer, luchar con otros, asesinar a más hombres, sigue entrenándolo después de los quince años de entrenamiento.

Old Boy es un drama con escenas de acción, probablemente una de las más destacables es un travelling lateral en el que Oh se enfrenta con treinta hombres, muy parecido a imágenes utilizadas en “Kill Bill” de Tarantino.

La cinta es un exceso en todos los sentidos, en los movimientos de cámara, en los mensajes en su guión, por la actuación de sus personajes, en la violencia y el gore, al plantear problemáticas irresolubles, al poner al espectador de partidario, y luego darse el gusto de dar vuelta los antecedentes para que el juicio sea relativo.

Hierro 3

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Hierro 3 es un film coreano dirigido y escrito por Kim Ki-duk. Este director destaca además por “Primavera, verano, otoño, invierno... y otra vez primavera”, dramas muy bien logrados en los que imprime de modo nada inocente una enseñanza siempre sutil, de aquellos mensajes que sin embargo no pretenden transformarse en dogma.

En Hierro 3 queda muy clara esa grácil forma de narrar la historia: sin saturar con datos, Ki-duk es capaz de crear un guión que siendo pobre en extensión tiene una riqueza única en contenido. Los diálogos entre sus personajes son muy limitados, casi inexistentes, pero tienen la capacidad de ser profundos a la hora de contextualizar la historia y dar coherencia a lo narrado.

Tae-suk (Jae Hee), es un joven muy solitario e independiente que viaja en una moto por la ciudad buscando casas que se encuentren vacías. Para ello, pone afiches en las puertas y luego revisa las entradas en las que los papelitos continúan allí. Cuando se asegura que nadie ha entrado a la casa, ingresa en ella para quedarse por un breve tiempo.

Su intención no es robar, simplemente se aprovecha de la soledad del inmueble para encontrarse con su propia soledad. Sea porque se siente en deuda, o simplemente impelido a hacerlo, Tae-suk repara las cosas que están descompuestas y lava la ropa, como quien es capaz de ver los errores de sus dueños, como quien se hace una propia invitación y trata de remediarlo.

Come del refrigerador de otro, duerme en una cama que no es la suya, utiliza los artefactos inanimados que son tan solitarios como su alma, vive una vida que no le pertenece, pero a la vez, con una libertad incomparable pues es un fantasma, nadie sabe que existe, nadie nota su paso, los dueños de las casas no imaginan su presencia.

Pero todo parece cambiar cuando entra en una lujosa casa sin notar la presencia de su moradora. Sunhwa (Lee Seung-yeon), es una ex modelo que sufre de reiterados maltratos. Su marido no se encuentra en casa por lo que ella está encerrada y es la única en el lugar observando la rutina de Tae-suk, al igual que él, como un fantasma.

Cuando llega el esposo de Sunhwa, Tae-suk la salva con un tipo de palo de golf llamado Hierro 3. Después de este hecho y sin mediar palabra, escapan juntos y viven un tiempo en casas ajenas, llenando el vacío que deja en ellos la soledad.

Kim Ki-duk (director), ideó esta película el día en que se encontró con un papel en la puerta de su casa. Pensó en que alguien podría utilizar este recurso para saber si una casa estaba desocupada o no. Creyó que sólo alguien muy vacío podría querer estar en un lugar sin moradores, y llenar ese vacío con la calidez de un hogar aun cuando no le pertenezca.

Hierro 3 es un palo muy poco utilizado en el golf, una pieza aislada, una habitación oculta, una persona solitaria, una historia olvidada. Esta película de alguna manera refleja esas situaciones, esos hechos aislados, imperceptibles que confunden nuestra percepción de la realidad, de lo que debería ser o no ser importante. Hace pensar en la indiferencia por los que nos rodean, en la falsa seguridad que nos dan los objetos inanimados.

martes, 30 de junio de 2009

Lista de Carlos Ravest






Carlos Ravest Letelier, estudiante de sociología de la U. de Valpo, ahora conocido como "El Poeta", recomienda un par de cintas buenas para los fanáticos del cine.

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He aquí su lista:

  1. Easy Rider
  2. Al Este del Paraíso
  3. Rumble Fish
  4. Apocalypsis Now
  5. Goodfellas
  6. Pat Garret and Billy the Kid
  7. Cinema Paradiso
  8. Amadeus
  9. American Psycho
  10. Modern Times
  11. Natural Born Killers
  12. Dead Man
  13. Trainspotting
  14. Clockwork Orange
  15. Pulp Fiction
  16. 2001 a Space Odisey
  17. Angel Hearth
  18. Lost in Traslation
  19. Fight Club
  20. Toro Salvaje
  21. Last Tango in Paris
  22. Reservoi Dogs
  23. El Topo

miércoles, 24 de junio de 2009

Taxi Driver

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Si bien Taxi Driver no logró consagrar en su momento al director Martin Scorsese, se convirtió con el tiempo y con justicia, en una pieza de culto considerada como una de las mejores películas de su década (70). La historia transcurre en Nueva York, ciudad natal de Scorsese, en la post guerra de Vietnam.

Su protagonista es Travis Bickle (interpretado magistralmente por Robert de Niro). Se trata de un veterano de aquella guerra, quien padece depresión e insomnio. La vida nocturna es lo que le toca vivir, calles sucias, malolientes, decadentes. Travis pasa horas escribiendo cuánto le molesta la gente, la ciudad, o más bien cuánto odia a quienes llenan esas calles cuando cae la noche.

Para hacer frente a su insomnio, que de a poco se ha transformado en paranoia, Bickle se vuelve taxista nocturno. Viajando con un profundo malestar por lo sucio que le parece la ciudad, Travis refuerza sus odios a diario con la floreciente prostitución del lugar. Un sinfín de borrachos, de violencia, depravación, los peores males de una sociedad salen a relucir a lo largo de la historia, dando razones de sobra a un tipo inestable emocionalmente, que de un día a otro decide cambiar esta condición.

En el camino se encuentra con Iris (Jodie Foster), una pequeña prostituta corrompida que le hace ver que en la vida hay excepciones. Tomándose la justicia con sus propias manos, Travis intenta salvarla de la depravación, pasando así, de ser un desequilibrado mental a un héroe capaz de reconquistar y re encantar a una sociedad tanto o más enferma que él mismo.

Las locaciones fueron muy bien escogidas, es posible sentir la pestilencia de la ciudad. La iluminación tenue, nos inserta en una mente tenebrosa, capaz de matar, de engendrar odio, de hacer planes maquiavélicos en los que el bien al prójimo no tiene lugar. Con todo, da la impresión que Scorsese tiene una visión muy negativa de la ciudad en la que nació.

La banda sonora, rock y música independiente, movimientos de cámara rápidos, desenfoques, otros movimientos de la cámara se tornan lentos, mucho uso de primeros planos, también se muestra al taxi en movimiento. La mayoría de las tomas nos hacen partícipes de la historia, y es que el director supo traspasar cierto realismo, complementado sin lugar a dudas con una brillante actuación de Robert de Niro por la que ganó una nominación al Oscar como mejor actor.

Fue tal la conmoción que causó la película, que varios fanáticos adoptaron el estilo de Travis, su peinado, algunos rasgos de su comportamiento, mientras otros, llegaron más lejos. John Hinkley, el psicópata que atentó contra Ronald Reagan, declaró haberse inspirado en la cinta para llevar a cabo su ataque. Estaba tan obsesionado con la actuación de Jodie Foster, que imitando el ejemplo del protagonista del film, declaró en el juicio en su contra, haber atentado contra Reagan para impresionar a la joven actriz.


En esencia, la película es tan lenta como necesita serlo, crítica como el período post guerra obliga a la inspiración, tan oscura como la mente de Travis, odiosa así la vida en Nueva York por las noches, cruda como la realidad y retorcida al igual que una sociedad intolerante, indiferente a la violencia, a la prostitución y a la corrupción.

martes, 16 de junio de 2009

Martyrs

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Martyrs, película francesa dirigida por Pascal Laugier, es un buen intento al mezclar un argumento archi usado como la tortura, con litros de sangre y morbo que rallan en la depravación.

A la hora del terror, para mi gusto, la mejor fórmula es el terror psicológico, las tomas que no permiten ver a los personajes, los escenarios oscuros que llevan al espectador a maquinar una historia paralela, un cuento capaz de crear pánico sin necesidad de ser mostrado.

Para mi pesar, en Martyrs se tira, literalmente, toda la carne a la parrilla, no es necesario activar los propios temores, en el film te muestran todo y con esto me refiero a todo lo que es prescindible.

La historia comienza con Lucie (Myléne Jampanoï), una joven que arranca del lugar donde estaba encarcelada, luego es internada en una clínica en la que no quiere contar nada de lo sucedido, y quince años después, decide vengarse de quienes alguna vez la apresaron.

Anna (Morjana Alaoui), quien estuvo en la misma clínica, pero superando problemas familiares, será la amiga que la acompañe en esta empresa.

¿Cómo se venga Lucie? Fácil, agarra una escopeta, entra en una casa y mata a los cuatro integrantes de la familia. Papá, hijo, hija, mamá, todos vuelan con un agujero en el estómago. Anna entra a la casa cuando Lucie ya ha matado a todos, trata de calmarla, la ayuda a entrar en razón, pero nada sirve. Presencia cómo Lucie se suicida tras ver a un fantasma que no se conforma con las muertes, que la obliga a cortarse y luego a quitarse la vida.

Sin saber por qué Lucie ve a este fantasma, termina culpándose por la muerte de su amiga. Anna se queda en la casa, trata de tranquilizarse, de encontrar una explicación a lo sucedido. Siente ruidos, libera a una tipa que encuentra en el sótano y que mientras refriega su cara contra la muralla es asesinada.
Y claro, entre tanta sangre, llegan unos tipos al lugar, que no sólo matan a la recién liberada, sino que encadenan a Anna en el subterráneo y la torturan durante largo tiempo.



¿Enojada/o porque conté más de la cuenta? Esos son apenas los primeros quince o veinte minutos. El film dura ¡97!, así es, una hora y media de sangre, muerte, tortura, gritos, golpes, más sangre, desesperación, alucinaciones, violencia, morbo, impotencia, ira y un poco más de sangre.

*Nota: Como buena película de terror, mi pregunta es: ¿me dio miedo? Bueno, la verdad es que no, me dio asco y unas ganas incontenibles de escribir que es la última vez que la veo.
*Nota 2: Leyendo algunos comentarios, me encontré con uno que es muy acertado y con el que concuerdo: esta película no debería ser recomendada por nadie, pero es necesario que la vean.

martes, 9 de junio de 2009

The Shape of Things

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Esta es otra película digna de ser pirateada en cd "di oroh".

The Shape of Things, o en su traducción españolísima "Por Amor al Arte", es un film donde la seducción tiene un rol protagónico. La historia transcurre en un barrio universitario, donde Adam (Paul Rudd) es un nerd que cuida el museo de la universidad en sus ratos libres. Un día, sin pensar que sería el comienzo del fin, se da cuenta que una estudiante ha traspasado la barrera que resguarda una de las figuras.

Evelyn (Rachel Weisz), fotografía desde muy cerca la escultura y se rehúsa a mantener la distancia que el cordón de terciopelo le invita a guardar. No hace caso de las peticiones y amenazas que hace el gordito encargado, y para darse a entender, le señala a Adam que el pene de la obra fue censurado con una improvisada hoja que deja entrever su miembro.

Atónito, el cuidador observa la irrefutable evidencia, por lo que sin remordimientos, Evelyn saca de su mochila un spry y dibuja un falo sobre la grotesca hoja que oculta algo que para muchos resultó escandalizador y necesario de ocultar.

Un poco turbado, y sin mucho que decir, Adam le pide su número... no sé... tal vez para conversar. Ella, muy convencional, le pide su chaqueta y escribe con el mismo spray en números inconfudibles su teléfono... no sé... tal vez para comenzar algo que como espectador, es difícil, por no decir imposible, de imaginar.

Adam comienza a experimentar una serie de cambios físicos y de personalidad, que sorprenden, y en algunas oportunidades incomodan, a sus cercanos. Jenny (Gretchen Mol) y Phillip (Frederick Weller) son sus mejores amigos, que no dan crédito de las abruptas transformaciones que va teniendo el protagonista, inmiscuyéndose por ello en la relación que el otrora nerd de museo comienza con Evelyn. Una artista, una loca. una niña genio, su salvadora, Evelyn será lo que cada quien esté dispuesto a tolerar.

*NOTA: Si lo que hace Evelyn es arte, queda a juicio de lo que cada uno de ustedes piense sobre el arte. De lo que creo no debería caber duda, es que esta película es arte. Dirigida y escrita por Neil LaBute, es de esos films que te dejan pensando en que siempre hay un lado B, que la vida no puede ser tan simple. Dulce y agraz, digo, una obra maestra.