The Shape of Things

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Esta es otra película digna de ser pirateada en cd "di oroh".

The Shape of Things, o en su traducción españolísima "Por Amor al Arte", es un film donde la seducción tiene un rol protagónico. La historia transcurre en un barrio universitario, donde Adam (Paul Rudd) es un nerd que cuida el museo de la universidad en sus ratos libres. Un día, sin pensar que sería el comienzo del fin, se da cuenta que una estudiante ha traspasado la barrera que resguarda una de las figuras.

Evelyn (Rachel Weisz), fotografía desde muy cerca la escultura y se rehúsa a mantener la distancia que el cordón de terciopelo le invita a guardar. No hace caso de las peticiones y amenazas que hace el gordito encargado, y para darse a entender, le señala a Adam que el pene de la obra fue censurado con una improvisada hoja que deja entrever su miembro.

Atónito, el cuidador observa la irrefutable evidencia, por lo que sin remordimientos, Evelyn saca de su mochila un spry y dibuja un falo sobre la grotesca hoja que oculta algo que para muchos resultó escandalizador y necesario de ocultar.

Un poco turbado, y sin mucho que decir, Adam le pide su número... no sé... tal vez para conversar. Ella, muy convencional, le pide su chaqueta y escribe con el mismo spray en números inconfudibles su teléfono... no sé... tal vez para comenzar algo que como espectador, es difícil, por no decir imposible, de imaginar.

Adam comienza a experimentar una serie de cambios físicos y de personalidad, que sorprenden, y en algunas oportunidades incomodan, a sus cercanos. Jenny (Gretchen Mol) y Phillip (Frederick Weller) son sus mejores amigos, que no dan crédito de las abruptas transformaciones que va teniendo el protagonista, inmiscuyéndose por ello en la relación que el otrora nerd de museo comienza con Evelyn. Una artista, una loca. una niña genio, su salvadora, Evelyn será lo que cada quien esté dispuesto a tolerar.

*NOTA: Si lo que hace Evelyn es arte, queda a juicio de lo que cada uno de ustedes piense sobre el arte. De lo que creo no debería caber duda, es que esta película es arte. Dirigida y escrita por Neil LaBute, es de esos films que te dejan pensando en que siempre hay un lado B, que la vida no puede ser tan simple. Dulce y agraz, digo, una obra maestra.