En Hierro 3 queda muy clara esa grácil forma de narrar la historia: sin saturar con datos, Ki-duk es capaz de crear un guión que siendo pobre en extensión tiene una riqueza única en contenido. Los diálogos entre sus personajes son muy limitados, casi inexistentes, pero tienen la capacidad de ser profundos a la hora de contextualizar la historia y dar coherencia a lo narrado.
Tae-suk (Jae Hee), es un joven muy solitario e independiente que viaja en una moto por la ciudad buscando casas que se encuentren vacías. Para ello, pone afiches en las puertas y luego revisa las entradas en las que los papelitos continúan allí. Cuando se asegura que nadie ha entrado a la casa, ingresa en ella para quedarse por un breve tiempo.
Su intención no es robar, simplemente se aprovecha de la soledad del inmueble para encontrarse con su propia soledad. Sea porque se siente en deuda, o simplemente impelido a hacerlo, Tae-suk repara las cosas que están descompuestas y lava la ropa, como quien es capaz de ver los errores de sus dueños, como quien se hace una propia invitación y trata de remediarlo.
Come del refrigerador de otro, duerme en una cama que no es la suya, utiliza los artefactos inanimados que son tan solitarios como su alma, vive una vida que no le pertenece, pero a la vez, con una libertad incomparable pues es un fantasma, nadie sabe que existe, nadie nota su paso, los dueños de las casas no imaginan su presencia.
Pero todo parece cambiar cuando entra en una lujosa casa sin notar la presencia de su moradora. Sunhwa (Lee Seung-yeon), es una ex modelo que sufre de reiterados maltratos. Su marido no se encuentra en casa por lo que ella está encerrada y es la única en el lugar observando la rutina de Tae-suk, al igual que él, como un fantasma.
Cuando llega el esposo de Sunhwa, Tae-suk la salva con un tipo de palo de golf llamado Hierro 3. Después de este hecho y sin mediar palabra, escapan juntos y viven un tiempo en casas ajenas, llenando el vacío que deja en ellos la soledad.
Kim Ki-duk (director), ideó esta película el día en que se encontró con un papel en la puerta de su casa. Pensó en que alguien podría utilizar este recurso para saber si una casa estaba desocupada o no. Creyó que sólo alguien muy vacío podría querer estar en un lugar sin moradores, y llenar ese vacío con la calidez de un hogar aun cuando no le pertenezca.
Hierro 3 es un palo muy poco utilizado en el golf, una pieza aislada, una habitación oculta, una persona solitaria, una historia olvidada. Esta película de alguna manera refleja esas situaciones, esos hechos aislados, imperceptibles que confunden nuestra percepción de la realidad, de lo que debería ser o no ser importante. Hace pensar en la indiferencia por los que nos rodean, en la falsa seguridad que nos dan los objetos inanimados.
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